Santiago Maldonado: Informaciones falaces y repercusiones violentas


En las últimas horas estuvo circulando la "información" de que Sergio Maldonado había entregado al nuevo juez a cargo de la causa bajo el título de Desaparición Forzada, una mochila perteneciente a la víctima y un celular que habrían sido "buscados desde el principio de la causa". Es curioso que si así fuese - el hecho de que los buscaban desesperadamente- no hayan aparecido antes. Son objetos personales de Santiago Maldonado que se supone, si los hubieran buscado, la familia hubiese sido la principal "sospechosa" y fuente de búsqueda. De alguna manera u otra, al leer los titulares de varios medios de comunicación - tanto televisivos como escritos-, si se tomara un tiempo para preguntarse y pensar al respecto, se llegaría a la conclusión de que estas "primicias" nos desvían el foco. Muchas veces ya lo habían hecho con este caso. ¿Es real que la familia de Santiago ocultó esos objetos? ¿Por qué habría de hacerlo? Hay ideas desde lo más disparatadas, como por ejemplo: "Es una trama K y solo quieren dinero". ¿Alguien sabe realmente lo que pasó? ¿Alguien se tomó el tiempo de averiguarlo antes de viralizar la información falaz?

Cabe destacar que en la mochila entregada a Gustavo Lleral, hay diseños, dibujos y elementos de tatuador. En el celular solo hay unos sms y llamadas del desaparecido con su familia. Igualmente, estos mensajes y llamadas ya han sido investigados en los primeros días de la causa y no es el teléfono que portaba Santiago el 1 de agosto. Es decir, no estaban ocultos y lejos estaban de serlo. Asimismo, en la primera manifestación que se realizó, Sergio Maldonado había mencionado que había encontrado en una mochila de su hermano fotos, dibujos, diseños de tatuajes en el lugar en el que vivía, El Bolsón. Aún así, esta mochila claramente no la llevó consigo el día de su desaparición.
Por otro lado la realidad es que Guido Otranto, nunca había pedido a su familia ninguno de esos objetos personales, pese a que Sergio le había comunicado que los tenía. Tampoco ningún familiar fue citado a declarar como testigo por el anterior magistrado a cargo de la causa. Es así que el hermano de Santiago le informó a Lleral que seguía conservando esos elementos y entonces el juez pidió que se los entregara.
Se habló de obstrucción y ocultamiento de pruebas, pero la obstrucción y ocultamiento viene de otro lado. Nunca se investigó ni se llamó a indagatoria a ningún gendarme hasta hace pocos días. Nunca se investigó en los lugares que deberían haber sido tenidos en cuenta desde un principio. Nunca se investigó nada ni se llamó a indagatoria a Pablo Noceti, hasta ahora (la querella a cargo de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos solicitó al juez que se periten sus celulares). El ya mencionado Jefe de Gabinete de la ministra Patricia Bullrich había mantenido reuniones con los jefes de la Gendarmería de la zona y la policía provincial de Chubut para coordinar las acciones que evitarían los cortes de ruta por parte de los mapuches de Cushamen, el último lugar donde fue visto Santiago Maldonado. Nunca (ni todavía) se puso el ojo en donde debería ser puesto.
La página web de Radio Mitre tituló en una de sus notas lo siguiente:
"Revelan que apareció la mochila y uno de los celulares de Santiago Maldonado: estaban en poder del hermano"
¿Revelan? ¿Apareció? Para la RAE, revelar es descubrir o manifestar lo ignorado o secreto. Entonces ¿Era secreto el paradero del teléfono y la mochila? ¿El juez Gustavo Lleral o Guido Otranto ignoraban que los tenía Sergio? No.
Para la RAE aparecer es: Dicho de una cosa que estaba oculta. Cobrar existencia o darse a conocer por primera vez.
Entonces ¿La mochila y el celular estaban ocultos en algún lado? ¿Cobraron existencia de la nada? ¿Las dio a conocer Sergio por primera vez sin haberlo informado antes? No.
¿Dónde está el ocultamiento de pruebas? ¿Dónde está la revelación tan escandalosa?
Sin embargo lo más triste es cómo la gente sigue creyendo estos engaños y sigue pensando que toda esta causa es un simple invento. Lo más triste es que se convenzan con los tapujos de algunos medios y hablen sin importar nada. Lo más triste es que todavía, a dos meses y once días del hecho, no se sepa prácticamente nada. Que todo se haga tarde y se oculte la verdad y no se de importancia a lo que realmente requiere ser investigado minuciosamente. Lo que más apena todavía es cómo se politiza todo, hasta que se invierten los roles: la víctima deja de ser víctima para convertirse en victimario. Lo que más apena todavía es que sigue habiendo una persona desaparecida en estos 34 años de democracia.
   


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